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Depresión

La depresión es una enfermedad grave que afecta al cerebro. Es más que la sensación de estar abatido o triste durante unos días. Si tú eres uno de los más de 20 millones de personas en Estados Unidos que padecen de depresión, los sentimientos no se desvanecen. Persisten e interfieren con tu vida diaria.

Tipos de depresión

Los tipos de depresión incluyen:

  • El trastorno depresivo mayor,, también conocido como depresión clínica, es cuando las personas sienten que un estado de ánimo sombrío constante las consume. Puede inhibir las funciones diarias y hacer que pierdan interés en actividades que normalmente les proporcionan placer.
  • El trastorno depresivo persistente se refiere a cuando un estado de ánimo bajo dura dos o más años en adultos y al menos un año en niños y adolescentes. Una persona con este trastorno puede tener episodios de trastorno depresivo mayor junto con períodos de síntomas menos graves en los que normalmente puede funcionar día a día.
  • La depresión posparto afecta a las mujeres después de tener un bebé. Provoca sentimientos intensos y duraderos de ansiedad, tristeza y fatiga, lo que dificulta que las madres se cuiden a sí mismas y/o a sus bebés, así como el manejo de las responsabilidades diarias. La depresión posparto puede comenzar desde semanas hasta meses después del parto.
  • La depresión psicótica es una forma de depresión con psicosis que se presenta cuando las personas se deprimen mucho, como delirios (falsas creencias) y/o alucinaciones (oír o ver cosas que no existen).
  • El trastorno afectivo estacional se asocia con cambios en las estaciones. Esta forma de depresión generalmente ocurre durante los meses de otoño e invierno cuando hay menos luz solar.
  • El trastorno bipolar es diferente a la depresión, pero una persona diagnosticada con trastorno bipolar puede experimentar episodios de depresión mayor.

Causas

Hay una variedad de causas de depresión, incluidos factores genéticos, ambientales, psicológicos y bioquímicos.

Una persona tiene un mayor riesgo de depresión si su familia tiene antecedentes de depresión, ha sufrido un trauma, cambios importantes en la vida, estrés o ciertas enfermedades físicas (como diabetes, cáncer o Parkinson), o como efecto secundario de ciertos medicamentos.

Síntomas

Los síntomas de la depresión varían de persona a persona, y cualquier persona que tenga preguntas sobre los síntomas y signos debe consultar a un médico. Para recibir un diagnóstico de trastorno depresivo mayor, algunos de estos signos y síntomas deben estar presentes casi todos los días durante al menos dos semanas:

  • Sentimientos continuos de tristeza, desesperanza, pesimismo, vacío
  • Cansancio o falta de energ[ia
  • Insomnio u otros problemas de sueño, como despertarse muy temprano o dormir demasiado
  • Ansiedad, irritabilidad, inquietud
  • Sentirse inútil o culpable
  • Falta de interés o alegría en pasatiempos y actividades
  • Cambios en el apetito, que conducen a la pérdida o aumento de peso
  • Moverse, hablar o pensar más despacio o sentirse más inquieto
  • Olvido
  • Dificultad para concentrarse, pensar con claridad o tomar decisiones
  • Pensamientos de no querer vivir, muerte o suicidio, intentos de suicidio o conductas autolesivas

Tratamiento y ayuda para la depresión

Vivir con depresión puede sentirse solitario. Las personas pueden tener miedo o vergüenza de ser etiquetadas con una enfermedad mental grave, lo que las hace sufrir en silencio, en lugar de buscar ayuda. De hecho, la mayoría de las personas con depresión mayor nunca buscan el tratamiento adecuado. Pero aquellos que luchan contra esta enfermedad no están solos. Es uno de los trastornos de salud mental más comunes y tratables. Con un tratamiento temprano y continuo, las personas pueden controlar sus síntomas, sentirse mejor y volver a disfrutar de sus vidas.

Existen tratamientos efectivos para la depresión, incluidos medicamentos (como los antidepresivos), junto con la terapia de conversación. A la mayoría de las personas les va mejor usando ambos. Si los tratamientos comunes no reducen los síntomas, la terapia electroconvulsiva (TEC) y otras terapias de estimulación cerebral también son opciones que se pueden explorar.

Para ser diagnosticado con depresión, los síntomas deben estar presentes durante al menos dos semanas. Algunas pruebas se utilizan para descartar otras afecciones médicas graves que pueden causar síntomas similares. Además, algunas lesiones y enfermedades del sistema nervioso central también pueden provocar depresión.

Además de los tratamientos clínicos, si eres una de las millones de personas que viven con depresión, también existen hábitos de vida saludables que pueden ayudarte a sentirte mejor:

  • Autocuidado. Controla el estrés con actividades como la meditación o el tai chi. Come sano, haz ejercicio y duerme lo suficiente. La mayoría de los adultos necesitan de 7 a 9 horas de sueño por noche. Evita el consumo de alcohol y drogas recreativas, que pueden empeorar los síntomas y dificultar el tratamiento de la depresión.
  • Ponte metas pequeñas y alcanzables. Establece metas realistas para generar confianza y motivación. Un objetivo al comienzo del tratamiento puede ser tender la cama, almorzar con un amigo o dar un paseo. Desarrolla metas más grandes a medida que te sientas mejor.
  • Aprende las señales de advertencia. Reconoce los desencadenantes de su depresión y habla con tu médico y/o profesional de salud mental si notas cambios inusuales sobre cómo te sientes, piensas o actúas. Si es necesario, tu médico puede ajustar tu medicación de forma segura. Escribe cómo te siente día a día (estado de ánimo, sentimientos, reacciones) para detectar patrones y comprender los desencadenantes de tu depresión.
  • Educa a familiares y amigos sobre la depresión mayor. Pueden ayudarte a notar señales de advertencia de que tu depresión puede estar regresando.
  • Busca apoyo. Ya sea que encuentres el aliento de los miembros de tu familia o de un grupo de apoyo, es importante mantener las relaciones con los demás, especialmente en tiempos de crisis o momentos difíciles.
  • Sigue tu plan de tratamiento. Aunque te sientas mejor, no dejes de ir a terapia o de tomar tu medicación. La interrupción abrupta de la medicación puede causar síntomas de abstinencia y el regreso de la depresión. Trabaja con un médico para ajustar tus dosis o medicamentos, si es necesario, para continuar con un plan de tratamiento.

Participar en un programa de educación para el autocontrol puede ayudar a los pacientes a controlar la depresión y controlar sus síntomas, como la ansiedad, el estado de ánimo deprimido, el cansancio y los cambios en el apetito.

¿Necesitas ayuda?

  • Si tú o alguien que conoces está atravesando un mal momento o está en crisis, hay ayuda disponible. Llama al 988 o visita 988lifeline.org para más información.
  • Para ubicar proveedores o centros de tratamiento, visita FindTreatment.gov (en inglés) o llama a la Línea Nacional de Ayuda de SAMHSA al 800-662-4357.
Last Updated: 04/24/2023